Si no puedo ser tu esposa...

Me casé con él por un error de una noche. "Te daré el puesto de duquesa. Pero nada más". Al principio, me sentí aliviada por la frialdad de sus ojos, pero a medida que pasaba el tiempo, mis expectativas crecían. Pensando en ello ahora, era una vana esperanza que un día me devolviera la mirada. - "¿Vas a volver hoy?" "¿Por qué tienes curiosidad por eso?" El duque Walten miró a Kathleen con ojos inexpresivos. "¿Quieres que vuelva y esté a tu lado?" "... Sí, me gustaría que lo hicieras". Ante sus valientes palabras, él rió a carcajadas. Rodeó su cintura con los brazos y la acercó más, susurrando. "Entonces, como un matrimonio por contrato, da a luz a un heredero primero". Sabiendo que ella no podía... Kathleen no pudo contener las lágrimas y lo apartó. Él se dio la vuelta sin expresión alguna, incluso al ver su rostro empapado de lágrimas. Miró a su marido y pensó. 'Si realmente no puedo ser tu esposa, entonces realmente tengo que irme ahora'.